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Dr. Ugarte nos habla sobre la humanización en la UPC

En los últimos años, la medicina se ha humanizado. No sólo respecto a la tecnología sino también en el trato con los pacientes, sobre todo, con aquellos pacientes críticos que se encuentran internados en unidades de cuidados intensivos.

Clínica INDISA es pionera en Chile en la forma de tratar a los pacientes críticos, permitiendo que estén despiertos y sin dolor con analgésicos. “El moverse, tener interacción con la familia, y poder hacer otras acciones ayuda a que el paciente mejore. Esto no existía en la medicina intensiva hace unos años atrás. El paciente grave no necesariamente tiene que estar en coma; son pocos los que lo necesitan y hay que permitirles que estén despiertos”, afirma el Dr. Sebastián Ugarte, jefe de la unidad de paciente crítico de Clínica INDISA.

Al dejarlos que estén despiertos los pacientes pueden participar de su propio proceso de atención, comunicarse con su familia, y mantener los reflejos biológicos como la tos y deglución, lo que facilita su recuperación y evita complicaciones.

“Nos preocupamos de todos los detalles. Las habitaciones tienen ventanas, para que los pacientes puedan diferenciar cuando es día y cuando es de noche, hay un reloj en la pared para que tengan noción del tiempo, en la noche bajamos el ruido lo máximo posible para que puedan descansar. Realizamos una estimulación constante para que se mantengan conectados al medio. Los centros más avanzados del mundo están haciendo esto”, asegura el Dr. Ugarte.

Apenas el paciente comienza a despertar, muy rápidamente lo hacen caminar por los pasillos, aunque tengan que ir con la máquina con la que respiran al lado. Esto porque la vigilia es la forma que la naturaleza le da a los seres humanos para recuperar su salud.

“Estás en coma, cuando despiertas puedes ver a tu marido que te da la mano, y luego puedes salir a caminar y ver a tu hija en un contexto en que no estás en una pieza llena de máquinas, y esto luego repercute positivamente en tu recuperación. Eso no existía en la medicina intensiva hace unos años atrás”, cuenta el médico.

Además, todos los días hay reuniones con los familiares, a quienes también se les otorga apoyo psicológico si lo solicitan. Incluso después del alta los pacientes vienen con sus familias a visitar la unidad. Recuerdan con mucho cariño y afecto a la clínica, incluso nos traen regalos. Es como la relación de antaño con el médico familiar”, reflexiona en Dr. Sebastián Ugarte.

Clínica INDISA es el mayor centro de paciente crítico privado del país, y con unidades subespecializadas, lo que disminuye la posibilidad de cometer errores por el grado de familiaridad que tienen los equipos médicos con las patologías. De hecho, con un 1,9% la UCI de Clínica INDISA es la que tiene la más baja mortalidad del país.