Cuando la salud está en nuestras manos, debiéramos hacer todo lo necesario para no enfermarnos. La diabetes y enfermedades posteriores que se desencadenan a partir de ella podemos evitarlas.
La diabetes es una alteración que afecta a todo nuestro organismo y se produce generalmente porque están afectadas tanto la producción de insulina por parte del páncreas y/o su acción en los diferentes órganos. La insulina es la hormona que ayuda a transformar el azúcar y alimentos que ingerimos en energía, promoviendo el buen funcionamiento del cuerpo.
“Esta enfermedad tiene un componente genético que da la predisposición a padecerla. Pero deben existir factores gatillantes como la obesidad, infección por ciertos virus, alimentación u otros, para que se presente”, explica la Dra. Luciana Concha, diabetóloga de Clínica INDISA.
Hay varios tipos de diabetes, pero las más frecuentes son la diabetes tipo 1, que aparece súbitamente a cualquier edad, preferentemente en niños y adolescentes, y la diabetes tipo 2 en los adultos, precedida generalmente por varios años de un estado de pre-diabetes asociado a obesidad y estilos de vida poco saludables.
Para tratar la diabetes se requiere que el paciente desde el primer momento colabore mucho en su cuidado, con alimentación saludable y ejercicios. La diabetes tipo 1 necesita desde su diagnóstico el uso de insulina y mediciones de glicemias. La diabetes tipo 2 se controla con medicamentos en un comienzo, pero a veces también requiere de tratamientos con insulina y autocontrol.
Recomendaciones para una vida más saludable
– Llevar una dieta sana y equilibrada.
– Consumir hidratos de carbono en una cantidad moderada y con bajo índice glicémico.
– Hacer ejercicios aeróbicos, idealmente 150 minutos a la semana.
– Reducir el consumo de azúcar refinada.
– Incluir en la dieta carnes magras, pollo, pescado, nueces y legumbres.
– Preferir aceite de oliva.
– Limitar el consumo de alcohol.