Caries, bruxismo o anomalías dentomaxilares, ¡típicos problemas de niño!

¡Qué pena quitarle el chupete a mi hijo!; mi pequeño sufre de bruxismo, ¿qué puedo hacer?; a mi hijo todavía no le salen los dientes, así que no es necesario un aseo bucal. ¡Falso! La odontopediatra de Clínica INDISA, Silvia Parrochia, nos comenta que estos son típicos errores que cometen los padres durante los primeros años de vida de los niños.

“La mordida abierta es uno de los principales problemas que tienen los más pequeños, el cual surge debido al chupete por entretención y por la mamadera”, indica la especialista. Lo recomendable es comenzar a dejar el chupete al año, y al año y medio suspenderlo totalmente.

Otro gran problema son las caries. Es común que los padres hagan dormir a los niños después de darle la mamadera, lo que implica que éstos se quedan dormidos y se saltan la higiene bucal nocturna, originando caries y enfermedades en las encías.

Las anomalías dentomaxilares, es decir, problemas o malformaciones dentales, surgen principalmente por los malos hábitos bucales, como chupar el dedo, el chupete o el tuto. La especialista precisa que este tipo de conductas debiese estar erradica, a más tardar, a los dos años.

Muchas veces se habla de bruxismo infantil, ya que los niños aprietan o rechinan los dientes durante la noche. Sin embargo, la odontopediatra puntualiza que “el bruxismo se considera patológico cuando produce dolor o desgaste muy significativo, es decir, en los niños el bruxismo es confundido con un proceso fisiológico natural de la dentadura”. Si los problemas de rechinamiento dental continúan en la adolescencia es considerado como un caso de bruxismo.

Recomendaciones

• El aseo bucal debe iniciarse cuando el niño nace, no es necesario que el bebé tenga dientes para hacerlo. Después de leche se debe limpiar la boca del niño con una gasa y realizar un aseo bucal en encías, lengua, mucosidad y mejillas.
• Desde los dos años, los niños deben asistir periódicamente al dentista.
• Lavar los dientes sistemáticamente, es importante que sea después de cada comida.
• Los niños no tienen desarrollada la destreza psicomotora para lavarse los dientes hasta los seis años, por ende, es responsabilidad del adulto lavarle los dientes durante este período.