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Tipos de posiciones para amamantar a tu recién nacido

Tipos de posiciones para amamantar a tu recién nacido
Mamá amamantando a su bebé

Contenidos

Con la llegada de un nuevo integrante a la familia nos enfrentamos a nuevos desafíos, entre ellos, amamantar por primera vez y una larga lista de interrogantes: ¿Podré hacerlo correctamente? ¿Me bajará la leche? ¿Cuál es la forma correcta de tomarlo y cada cuánto lo alimento? Todas estas preguntas son normales en las futuras mamás, por eso te dejamos una guía completa para que el día de mañana logres encontrar la forma que más te acomode para amamantar a tu recién nacido.

 

Conversamos con nuestra matrona de Clínica INDISA, Verónica Valencia, para que nos guiara paso a paso en la lactancia.

 

Cómo sostener al recién nacido

 

El cómo sostenerlo va directamente relacionado con la forma en que la madre se sintió cómoda con sus otros hijos o sosteniendo otros recién nacidos.

 

Lo más importante es que el sostén sea agradable tanto para la madre como para el recién nacido. Cabe destacar que generalmente si la mamá está a gusto con la posición de sostén, los pequeños también lo están.

 

Una vez que el binomio, es decir, madre y recién nacido vayan teniendo más contacto, la madre irá adquiriendo mayor confianza, lo que facilitara el sostén y la comodidad de ambos. Además, que al sostenerlo se favorece el vínculo de apego entre ellos.

 

Posiciones para tomar al recién nacido y sus beneficios

 

Aquí, la matrona Verónica Valencia entrega las posturas más usuales y, generalmente, de mayor comodidad para las madres y recién nacidos.

 

El primer paso es crear un ambiente de confianza, donde el recién nacido reconozca al adulto. Con dulzura y cariño se debe levantar de la cuna, pasando una mano por debajo de su cabeza y nuca, y la otra por debajo de su trasero. Recuerden que los pequeños no tienen la capacidad de mantener su cabeza estable.

 

Otra manera de tomarlo y que resulta muy cómoda, es acostada sobre el antebrazo. La mano debe sujetar abajo y la cara debe ir apoyada sobre el interior del codo, mirando hacia afuera.

 

Esta postura es muy buena para calmar los cólicos de los pequeños, ya que el brazo hace un leve masaje en el estómago, calmando las molestias abdominales.

 

De igual forma, se puede sostener sobre el antebrazo mirando hacia arriba. Esta posición permitirá crear un contacto visual con el menor, podrás hablarle y acariciarlo.

 

Una posición que favorece el apego entre un recién nacido y sus progenitores es cuando este es tomado verticalmente y apoyado sobre la mama.

 

Por otro lado, una manera que le parece muy divertida y entretenida es cuando queda mirando hacia adelante. Para lograr la posición, se debe colocar una mano sobre su pecho, recostado sobre el tuyo y sentado sobre la mano.

 

 

El método canguro

 

Es una postura para fomentar el apego con el recién nacido, ya que se mantiene contacto piel a piel entre ambos. Pero no solo ayuda a la conexión emocional, si no que además, es beneficiosa en muchos sentidos.

 

Los 4 beneficios más destacados son:

  • Favorece la tranquilidad materna y del recién nacido
  • Se sincroniza la respiración y frecuencia cardíaca entre la madre y el pequeño
  • Ayuda a la termorregulación del recién nacido
  • Disminuye la ansiedad materna

 

Cómo se debe lavar a un recién nacido

 

    • Frecuencia del baño: lo primero que deben tener en cuenta es que el baño no es necesario todos los días; con un lavado completo dos o tres veces a la semana es más que suficiente.

 

Consejo: el resto de los días se puede hacer un aseo con algodones húmedos por el cuerpo, siempre cerciorándose de que los pliegues queden secos. Esto aplica tanto para el baño como para el aseo.

 

      • Forma de limpieza: se debe comenzar higienizando las partes más limpias del cuerpo como, por ejemplo, los ojos, y al último las que tienden a ensuciarse más rápido, como el trasero y los genitales.

     

      • Cambio de pañal: cada vez que se cambia el pañal, es necesario limpiar bien los genitales y las nalgas. Además se debe secar antes de colocar el pañal nuevo. De esta manera, se disminuye la humedad y de este modo baja la probabilidad de la dermatitis de pañal, más conocido como “potito cocido”.

     

Consejo: Si aún no se cae el cordón, después de cada muda se limpia el cordón con alcohol al 70% desde la base a la punta, sin dejarlo demasiado húmedo.

 

  • Productos de higiene: el uso de jabón para el aseo del recién nacido no se recomienda hasta el primer mes de vida. Si después se puede evitar su uso, ideal, ya que los genitales se lavan solo con agua.

 

  • Aseo nasal: para esto se pueden usar unos torulines de algodón que los puede hacer uno mismo. Hay que tomar un pedazo de algodón y enrollarlo con el fin de que quede como un palito para introducir en la fosa nasal del pequeño. Éste se humedece con solo un poco de agua tibia y se rota en el mismo sentido que uno lo hizo dentro de la fosa nasal, retirándolo.

 

  • Aseo del “oído”: solo se debe realizar aseo al pabellón auricular y no en el orificio en sí. Al oído no se debe introducir absolutamente nada, lo que es aplicable tanto en recién nacidos como niños y adultos.

 

Cómo amamantar a un lactante

 

Existen varias posiciones para amamantar; lo importante es que la madre se encuentre tranquila y cómoda, además de que el recién nacido se acople bien, para evitar problemas con la lactancia a futuro.

 

  • Consejo: lo que hay que tener en cuenta es que la boca del recién nacido esté a la altura del pezón, ni más arriba ni más abajo y que siempre esté en contacto o frente a frente el vientre materno.

 

Posiciones para amamantar con la madre sentada

 

Clásica:

Es la posición más conocida y más utilizada.

 

Forma: Lo importante siempre es tener contacto entre el vientre materno y del recién nacido, boca a la altura del pezón y la madre ofrecer la mama en forma de C con la mano contraria a la cual sostiene al pequeño.

 

Caballito:

Esta posición se utiliza en recién nacidos con poco tono muscular, con fisura de labio palatina o madres con mamas muy grandes.

 

Forma: El pequeño se sienta en la pierna de la mamá y ella, con la mano del mismo lado de la mama que está ofreciendo, lo toma con el dedo índice y el pulgar atrás de las orejas. La muñeca, junto al brazo, van en el dorso del recién nacido, mientras que la mano contraria ofrece el la mama en forma de C.

 

Reversa:

Normalmente, se utiliza cuando los pequeños están acostumbrados a una sola mama, ya que el pequeño no se da cuenta cuando uno lo cambia.

 

Forma: Generalmente en otras posturas, el recién nacido siempre se da cuenta porque uno lo da vuelta. En esta solo se corre en la misma línea pero a la mama contraria.

 

De canasto o pelota:

Esta postura se usa en los gemelares, porque se pueden amamantar dos pequeños simultáneamente. También sirve cuando las madres tienen mucho dolor en la herida operatoria (cesárea).

 

Forma: Se apoya al recién nacido de espalda en el antebrazo, con la cabeza mirando al torso de la madre.

 

Con la madre acostada:

Ambas posturas sirven para cuando la madre tiene mucho dolor en la herida operatoria. Mientras la primera tiene más ventaja en el sentido que tanto la madre como el recién nacido descansan, la segunda sirve para cuando la madre tiene excesiva cantidad de leche y la eyección de esta es muy fuerte.

 

Forma: La idea es que la cabeza quede bien pegada a la mama para generar un buen acople, haciendo que el recién nacido succione el pezón y parte de la areola. En el caso de mamadera, debe estar semi-sentado para evitar que el flujo sea demasiado, y el chupete debe mantenerse lleno de leche para evitar que trague aire.

 

 

Frecuencia con la que se debe alimentar al recién nacido

 

Es importante que la primera lactancia sea lo más próximo al parto, luego de eso se recomienda alimentar cada vez que el recién nacido lo solicite y no espaciar el darle leche por más de 3 o 4 horas como máximo para lograr niveles de glicemias estables.

 

 

Colaboración:

Verónica Valencia, matrona de Clínica INDISA.

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