El Día Mundial del Donante de Sangre, que se todos los 14 de junio, representa una oportunidad para reflexionar sobre la importancia crítica de este acto solidario.
Como explica Jazmín Parra, coordinadora del Banco de Sangre de Clínica INDISA, “la donación de sangre es un acto que trasciende fronteras y diferencias sociales, uniendo a las personas en torno a un objetivo común: salvar vidas”.
Cada gota cuenta: el impacto de una donación
Desde la Cruz Roja explican que cada donación puede salvar hasta tres personas. “Esto se debe a que una unidad de sangre donada, puede separarse en diferentes componentes (glóbulos rojos, plasma y plaquetas), permitiendo que distintos pacientes se beneficien de un solo acto de generosidad”, explica Parra.
Además, enfatiza que “la transfusión es de suma importancia para salvar la vida de quienes están en situación delicada de salud, ya sea porque han sufrido un accidente o porque siguen un tratamiento médico específico”. El año pasado, muchos pacientes en Chile dependieron de transfusiones para sobrevivir o mejorar su calidad de vida.
La realidad de los bancos de sangre: un desafío constante
“Hoy nos encontramos con una baja participación de donantes y eso se ha mantenido con el tiempo. Existen situaciones donde sufrimos bastante, pero siempre logramos conseguirlos de alguna manera, pero no es fácil”, revela Parra, reflejando una preocupación generalizada en los centros de transfusión del país.
La especialista señala que “el promedio ideal de donantes diarios que necesita la clínica es de 15 personas diarias, pero hoy ese promedio es bajo, por lo que el centro clínico debe multiplicar sus esfuerzos para lograr juntar la cantidad de donantes necesarios y, de esta forma, ayudar a los pacientes que se encuentran en una situación delicada”.
Esta escasez refleja una realidad nacional. Según estimaciones del Ministerio de Salud, solo el 35% de las donaciones de sangre en Chile provienen de donantes altruistas, mientras que el resto corresponde a donaciones por reposición.
La donación como pilar de la comunidad
Según Parra, la donación de sangre trasciende el acto médico para convertirse en un pilar fundamental de la cohesión social. “Cuando una persona dona sangre regularmente, no solo está contribuyendo a la salud de pacientes específicos, sino que está fortaleciendo el sistema de salud completo y promoviendo una cultura de solidaridad”, afirma.
También agrega que “con frecuencia vemos cómo la donación de sangre crea redes de apoyo invisibles entre personas que nunca llegarán a conocerse. El donante anónimo que salva la vida de un niño con leucemia, o la persona que dona regularmente sabiendo que su tipo de sangre es poco común, son gestos que reflejan lo mejor de nuestra sociedad”, reflexiona la especialista de INDISA.
De cara al futuro: construyendo una cultura de donación
De cara al Día Mundial del Donante de Sangre, Jazmín Parra considera que es fundamental trabajar en la educación y concientización sobre la importancia de este acto solidario. “Necesitamos que la donación de sangre sea vista como una responsabilidad compartida; como algo que todos podemos y debemos hacer regularmente, no solo en emergencias o cuando un familiar lo necesita”, sostiene.
La coordinadora enfatiza que “cada año vemos cómo los bancos de sangre enfrentan momentos críticos, especialmente en temporadas de vacaciones o fiestas, cuando la demanda aumenta por accidentes, pero los donantes disminuyen. Si lográramos establecer un patrón regular de donación en la población, estas situaciones serían mucho menos frecuentes”.
Por ello y para poner aún más hincapié en el tema, la profesional de Clínica INDISA envió un mensaje. “Para este Día Mundial del Donante es simple: la sangre no se fabrica, se dona. Y cada persona sana tiene el potencial de convertirse en un héroe para hasta tres desconocidos; todo con un solo acto de generosidad, que le tomará menos de una hora de su día”, concluye Parra.
Con la colaboración de Jazmín Parra, coordinadora del Banco de Sangre de Clínica INDISA.