Según un informe del Ministerio de Salud, el 84% de las defunciones en Chile son causadas por enfermedades crónicas no transmisibles, principalmente por enfermedades cardiovasculares.
Allí la importancia de adoptar un estilo de vida más activo y saludable, ya que la incorporación de la actividad física ayuda a reducir el riesgo de desarrollar estas patologías.
La actividad física es mucho más que una rutina de ejercicios: es un pilar fundamental para una vida saludable. “El sedentarismo se ha convertido en una epidemia silenciosa que está afectando gravemente la salud de los chilenos”, advierte Erika Troncoso, kinesióloga del Centro de Medicina Física y Rehabilitación de Clínica INDISA. “La buena noticia, es que incorporar el ejercicio físico de manera regular y además llevar una vida más activa durante el día, puede prevenir y ayudar a controlar múltiples enfermedades crónicas”.
Beneficios comprobados de la actividad física
“El ejercicio físico regular tiene un impacto positivo en prácticamente todos los aspectos de nuestra salud”, explica la especialista, quien destaca seis beneficios principales:
1. Prevención de enfermedades: “la práctica regular de ejercicio físico produce adaptaciones metabólicas, hormonales y antiinflamatorias que mejoran la sensibilidad a la insulina, disminuyen la inflamación crónica y fortalecen el sistema inmunológico, reduciendo así el riesgo de desarrollar enfermedades como diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer”, señala Troncoso.
2. Mejora la composición corporal: “la actividad física regular, combinada con una nutrición adecuada, favorece la reducción del tejido adiposo y el incremento de masa muscular, optimizando la composición corporal y disminuyendo los riesgos asociados al exceso de adiposidad”, destaca la kinesióloga.
3. Salud mental: “durante la práctica de ejercicio físico, el organismo libera sustancias neuroquímicas como endorfinas, serotonina y dopamina, que generan efectos positivos en el bienestar emocional, disminuyendo síntomas relacionados con estrés, ansiedad y depresión”, explica la especialista.
4. Mejora la calidad del sueño: “las personas que realizan actividad física de forma constante reportan mejoras en la calidad y duración del sueño, obteniendo un descanso más profundo y reparador”, enfatiza la kinesióloga.
5. Incremento de la capacidad funcional: “La actividad física mejora significativamente la función cardiorrespiratoria y muscular, optimizando el rendimiento físico y facilitando la realización de actividades cotidianas con menor percepción de fatiga”, agrega la especialista.
6. Salud cerebral y función cognitiva: “La actividad física regular favorece el desarrollo de funciones cognitivas como la memoria, la concentración y el aprendizaje, además de actuar como factor protector frente al desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como la demencia y el Alzheimer“, concluye Troncoso
¿Cuánto ejercicio necesitamos?
“La OMS recomienda que los adultos realicen entre 150 y 300 minutos semanales de actividad física moderada o entre 75 y 150 minutos de actividad vigorosa, pudiendo combinar ambas intensidades.
Además, sugiere incluir ejercicios de fortalecimiento muscular al menos dos días por semana”, señala Erika Troncoso. “Estas actividades pueden dividirse en sesiones más cortas de al menos 10 minutos a lo largo del día”, propone.
Recomendaciones por grupo etario:
- Niños y adolescentes (5-17 años): al menos 60 minutos diarios de actividad física moderada a vigorosa, incluyendo ejercicios aeróbicos y fortalecimiento muscular al menos tres días a la semana.
- Adultos (18-64 años): mínimo de 150 minutos semanales de actividad física moderada, o bien, 75 minutos de actividad vigorosa, además de ejercicios de fortalecimiento muscular mínimo dos veces por semana.
- Personas mayores (65 años y más): al menos 150 minutos semanales de actividad física moderada, complementados con ejercicios para fortalecer los músculos y mejorar el equilibrio, con el fin de prevenir caídas, realizándolos al menos tres veces por semana.
Consejos prácticos para mantenerse activo
“No es necesario ser un atleta profesional para beneficiarse del ejercicio”, asegura la kinesióloga. “Pequeños cambios en nuestra rutina diaria pueden hacer una gran diferencia”:
- Caminar en lugar de usar vehículos para trayectos cortos.
- Utilizar las escaleras en vez del ascensor.
- Realizar actividades domésticas activamente.
- Combinar ejercicios aeróbicos con fortalecimiento muscular.
- Mantenerse de pie o caminando mientras hablas por celular.
“Lo importante es encontrar actividades que disfrutemos y que podamos mantener a largo plazo”, concluye Troncoso. En el Centro de Medicina Física y Rehabilitación de Clínica INDISA cuentan con profesionales especializados que pueden ayudar a diseñar un programa de ejercicios personalizado según las necesidades y condición física de cada persona. No dudes en visitarlo en caso de necesitar un acompañamiento integrado y diseñado para ti.