En general, cuando llega la primavera casi todos están felices, menos aquellos que sufren de los molestos e incómodos síntomas de la alergia; o algunos que todavía no saben que son alérgicos y confunden sus síntomas con un resfrío, que atribuyen a los cambios de temperatura.
Entonces, ¿alergia o resfrío? La siguiente tabla te ayudará a despejar tus dudas.
Una vez que hemos comprobado que no se trata de un resfrío, es conveniente estudiar la probable alergia. “Las molestias pueden ser de la nariz y los ojos (rino-conjuntivitis), irritación de la piel en diversos lugares (dermatitis), falta de aire, pecho cerrado y ruidos bronquiales (asma)”, explica el Dr. Fabián Galleguillos, broncopulmonar de Clínica INDISA.
La rinitis alérgica primaveral es la más popular de las alergias y un clásico del cambio de estación. Tiene una clara predisposición hereditaria, pero se activa a través de distintos alergenos, como el polen. Los síntomas más claros son: estornudos; congestión nasal;picazón de la nariz, ojos y garganta, junto con romadizo acuoso. Esta alergia se trata con antihistamínicos y corticoides por inhalación nasal.
Por su parte, la dermatitis afecta a la piel de la cara y más frecuentemente los pliegues del codo y la parte posterior de la rodilla. Se trata con cremas especiales y medicamentos.
La más grave es el asma, porque sin tratamiento puede ser mortal. Se caracteriza por sensación de falta de aire, pecho apretado y dificultad respiratoria con ruidos bronquiales. Se trata con broncodilatadores y corticoides inhalados. El asma agudo, es una urgencia médica, que debe recibir tratamiento inmediato porque si falta oxígeno hay que proporcionarlo y dar corticoides para controlar la inflamación de las vías aéreas.
“Una alergia no tratada adecuadamente se hace crónica y altera la calidad de vida del paciente y su familia, la enfermedad deja de ser reversible y los pacientes siguen sintomáticos”, señala el Dr. Fabián Galleguillos.
Dr. Fabián Galleguillos
Broncopulmonar de Clínica INDISA.