El ser humado consigue su equilibrio gracias a tres sistemas: el visual, el vestibular (oído interno) y la propiocepción (sensibilidad a nivel del tacto y articulaciones de miembros inferiores). La alteración de cualquiera de estos sistemas puede producir mareos, desequilibrios o vértigo.
“El mareo es una sensación subjetiva caracterizada por incomodidad o sensación de cabeza hueca, de hecho, es la tercera causa de consulta con el médico general después del dolor torácico y la fatiga. Hay tantas descripciones de mareos como personas, pero el vértigo se caracteriza por la percepción subjetiva del movimiento del entorno o de uno mismo”, explica la Dra. Christiane Zschaeck, otorrinolaringóloga de la clínica INDISA.
También existen otros síntomas como el desequilibrio, que se produce principalmente al estar de pie y al andar, la sensación de desvanecimiento (percepción inminente de pérdida de la conciencia, acompañada de debilidad en las piernas, palidez y sudoración), el mareo fisiológico (vértigo a las alturas) y el mareo psicógeno.
Según la experta, una de las causas del vértigo puede originarse en el oído interno o en sus conexiones con el sistema nervioso central. Si bien la mayoría son benignas, siempre se debe consultar para descartar otras causas más graves. “El oído interno, está compuesto por estructuras diseñadas que censan el movimiento angular en los distintos planos y el movimiento del desplazamiento lineal (vertical y horizontal). Estos sensores mandan su información al tronco cerebral y al cerebelo y distintas áreas del cerebro. Cuando esto no sucede de manera adecuada, se genera vértigo o mareo”, agrega Zschaeck.
Dentro de los vértigos periféricos, el posisional paroxistico benigno (VPPB) es la causa más frecuente y está originado por el desplazamiento de cristales de carbonato de calcio (localizados normalmente en el utrículo) hacia los canales semicirculares. Este desplazamiento produce durante segundos la sensación de giro del entorno. “Estos vértigos se desencadenan con los movimientos de la cabeza con respecto a la gravedad, como al acostarse o levantarse o recoger algo del suelo. Este tipo de vértigo se trata principalmente con maniobras específicas para reposicionar estas partículas a su lugar de origen”, explica la otorrinolaringóloga de la clínica INDISA.
Por esta razón, para el diagnóstico del vértigo es muy importante la historia clínica del paciente, y el apoyo en pruebas complementarias como lo son el octavo par, el video head impulse test (VHIT), y otras pruebas electrofisiológicas, así como los estudios de imagen.
Christiane Zschaeck
Otorrinolaringóloga de la clínica INDISA.