Centro de Tiroides y Paratiroides
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El término nódulo tiroideo se refiere a cualquier crecimiento anormal de las células tiroideas que forman un tumor dentro de la tiroides. Este último se refiere a cualquier tipo de crecimiento, tantos los benignos (no cánceres) como los malignos (cánceres).
La glándula tiroides puede tener uno o más nódulos y hasta el 40-50% de la población tendrá nódulos. Afortunadamente la gran mayoría de estos (aproximadamente el 90-95%) son benignos. En casos de personas con múltiples nódulos, cada uno de ellos debe ser evaluado individualmente.
Los nódulos tiroideos se pueden presentar de diferentes maneras. En su mayoría no causan ningún síntoma y la glándula tiroides funciona normalmente a pesar de la presencia del nódulo. En algunos casos, estos son descubiertos por el paciente, que se percata de una masa en el cuello, y en otros se pueden detectar durante un examen médico o en exámenes de imágenes realizados en la zona cervical, solicitado por diversas razones.
En muy raras ocasiones los nódulos pueden causar problemas estructurales por su tamaño. Estas molestias consisten en cambios de voz y dificultad para respirar o tragar por compresión de la tráquea o esófago. Los nódulos que pueden causar estas molestias son usualmente mayores de 3-4 cm, pero incluso en casos de mayor tamaño suelen ser asintomáticos.
El tener un nódulo a la tiroides, no se relaciona necesariamente con su funcionamiento. Existen algunas excepciones en que nódulos producen constantemente un exceso de hormona tiroidea y causan hipertiroidismo (“nódulos tóxicos”), esto se diagnosticara con la ayuda de exámenes de sangre y de un examen llamado cintigrama tiroideo.
En la mayoría de los casos no es posible saber por qué ha desarrollado un nódulo de tiroides. Una razón podría ser la deficiencia de yodo, pero esto es muy poco común en Chile, dado el uso de sal yodada.
Ya que usualmente no es posible determinar si un nódulo de tiroides es cáncer solamente con el examen físico y pruebas de laboratorio, la evaluación de nódulos de tiroides incluye exámenes especiales como la ecografía de tiroides y la biopsia con aguja fina.
La ecografía es completamente segura de realizar, dado que utiliza ondas de sonido de alta frecuencia para obtener una imagen de la tiroides, pero su eficacia dependerá de la calidad de la imagen obtenida y del radiólogo que la realiza.
Es una herramienta fundamental en la evaluación de nódulos tiroideos y es el mejor examen de imágenes disponible para la evaluación de los nódulos tiroideos. Nos permite una rápida evaluación para diferenciar las características específicas de cada nódulo y su probabilidad de malignidad. Otra información esencial que nos da la ecografía es el tamaño del nódulo y su ubicación dentro de la tiroides.
El conjunto de los factores recién mencionados determinara la conducta a seguir, que podría corresponder a observación, cirugía o biopsia con aguja fina. En los casos de solo observación la ecografía es el examen que se realiza para el seguimiento.
El término biopsia puede producir temor, pero la aguja que se utiliza es delgada y es posible el uso de un anestésico local. Es un procedimiento ambulatorio y no requiere ninguna preparación especial, solo se debe considerar no tomar aspirinas ni anticoagulantes durante los siete días previos a su realización.
Durante la biopsia no se extrae el nódulo completo, sino muestras de las células del nódulo, que son luego examinadas al microscopio por un médico patólogo. Los informes clasificaran los nódulos en una escala llamada Bethesda que reflejara distintos resultados: