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Los antojos y la alimentación durante el embarazo sí pueden complementarse de manera sana

Los antojos y la alimentación durante el embarazo sí pueden complementarse de manera sana
Mujer comiendo pomelo

Contenidos

Ganas de comer limón a las 2 am, manjar a cucharadas cuando nunca en la vida se ha comprado en casa, galletas dulces con palta y la lista de todos los antojos que se han escuchado es interminable.

 

Si bien, son una característica común del embarazo es importante cuidarlos para que no juegen una mala pasada en relación al peso y nutrientes para el bebé.

 

A ciencia cierta, aún no hay claridad del porqué una mujer embarazada tiene antojos y por lo mismo existen diferentes teorías. Algunas se inclinan por explicar que se producen por cambios hormonales, mientras otras comentan que nacen a raíz de un desequilibrio en cuanto a nutrientes.

 

Incluso hay algunos que piensan que puede ser relacionado a un tema psicólogico de la embarazada, o incluso asociado a la ansiedad producida por el estado y el miedo a lo desconocido –parto y maternidad-.

 

Revisando lo anterior, se puede concluir que se trata de señales que el cuerpo manda al cerebro para que reaccione frente a alguna necesidad física o psicólogica y busque una solución traducida en comida, la cual traerá una satisfacción importante y que calmará alguna falencia imperativa.

 

Por ejemplo, si se necesita azúcar la embarazada pedirá caluga, torta, chocolates, galletas, helado, manjar y todo lo que contenga este ingrediente. Si faltara proteína, pedirá carne y embutidos entre otros.

 

Antojos ¿cómo se identifican?

Una de las principales características de los antojos, es que se necesita comer de inmediato y al lograrlo la embarazada siente un placer especial e irremplazable, incluso cuando se trata de mezlcas de sabores extraños, como por ejemplo: palta con galletas de mantequilla.

 

Esa sensación tan fuerte, casi primitiva, ha generado en nuestra cultura algunos mitos, tales como si la futura mamá no logra satisfacer su antojo, el bebé nacerá con manchas en la piel o incluso que se puede saber el sexo según lo que la embarazada busca desesperadamente comer: “si es carne, seguro que la guagua es hombre. Mientras que si es lechuga, con un aderezo fuerte, será mujer”.

 

Lo cierto es, que el exceso de antojos también puede llevar a un aumento importante de peso, situación que puede ser preocupante durante el embarazo y que se debe controlar, junto al médico tratante y revisar que vitaminas y minerales pueden estar haciendo falta o si la ansiedad está tomando protagonismo durante esta etapa.

 

También se pueden aplicar diferentes técnicas para que el cuerpo tenga sus nutrientes al día. Entre ellas puede ser:

 

• Tomar desayuno diariamente: esta la comida más importante del día y ayudará a calmar la ansiedad o el hambre.

 

• Hacer ejercicio: si el médico tratante lo permite, se podrá poner en práctica y el cuerpo producirá endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad.

 

• Antojos sanos: en lugar de comer algo dulce y con altos índices de azúcar, se puede hacer en porciones pequeñas o reemplazarlo por fruta fresca en horarios adecuados.

 

La alimentación ¿afecta al bebé y a la embarazada?

Si bien, todas las teorías convergen en que los antojos nacen porque algo falta en el cuerpo de la futura mamá, es importante tener cuidado con el exceso o incluso con algunos que pudieran ser extraños y no de carácter alimenticio, como por ejemplo la comida chatarra.

 

Lo que se ingiere durante este período es sumamente importante porque el bebé que crece necesita nutrientes, tanto como la futura madre, por eso, es que se debe mantener una alimentación de real cuidado y no cumplir el clásico mito de “embarazada se come por dos”.

 

Todo lo que la futura mamá coma llegará directamente a su guagua. En el caso que sean calorías vacías llenas de grasas trans y grasas saturadas, su bebé no se alimentará de ellas y tomará las vitaminas reales del cuerpo de la embarazada, debilitándolo y causando a futuro situaciones complicadas como por ejemplo, falta de calcio en los huesos.

 

Una dieta saludable y balanceada

Por lo mencionado anteriormente, es que es sumamente importante que durante estos casi diez meses exista una dieta balanceada, en donde el aumento de peso de la futura mamá sea desde 9 a 14 kilos como máximo.

 

De esta forma, además se pueden prevenir situaciones complicadas tales como hipertensión, diabetes gestacional, anemia, bajo peso del bebé, complicaciones en el parto, entre otras patologías.

 

Una dieta saludable debe incluir proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas, minerales y mucha agua, idealmente 2 litros diarios.

 

En otras palabras, es importante contar con alimentos como carnes, pescados, verduras, arroz y si estas, ya estaban presentes en la dieta diaria, ahora se debe considerar tan solo un aumento de 300 calorías por día como máximo, las que se pueden aplicar en alguna colación a media mañana y tarde.

 

Los nutrientes que son destacables en la dieta durante el embarazo son:

 

• Calcio: responsable del crecimiento del bebé y cuidado de los huesos de la embarazada.

 

• Hierro: que ayuda a un correcto torrente sanguíneo del feto y también previene anemia en la futura mamá.

 

• Ácido fólico: reduce el riesgo de espina bífida, anencefalia entre otros.

 

• Vitamina C: se encarga de la absorción de hierro.

 

• Vitamina D: apoya la absorción del calcio.

 

• Ácidos grasos esenciales Omega-3: son importantes para el cerebro del bebé y el desarrollo del sistema nervioso, en especial en la etapa final del embarazo.

 

• Vitamina B12: se encarga que la sangre sea sana.

 

En relación a todo lo anterior, es que se puede deducir que la dieta juega un papel clave para el bienestar de la futura mamá y de su hijo. También, es importante resaltar que la calidad de los alimentos es fundamental y las cantidad consumidas durante un día deben ser medidas.

 

Por ejemplo, lo ideal es comer cinco porciones diarias de frutas y verduras, acompañadas por carnes, pescados, huevos, frutos secos y legumbres de forma aleatoria y en porciones. Los panes y cereales son de ingesta cotidiana, pero es fundamental que sean integrales porque contienen más fibras, vitaminas y minerales.

 

Los lácteos, deben ser consumidos, entre dos o tres veces durante una jornada, ya que ellos entregan calcio, que es de suma importancia para los huesos.

 

Antojos y alimentos de cuidado durante el embarazo

Los antojos y la alimentación se pueden unir haciendo un buen pasar durante la gestación, pero es importante tomar las precauciones de que no hagan pasar una mala jugada, eligiendo alimentos que pudieran poner en riesgo el embarazo.

 

Por ejemplo los antojos más comunes, son los relacionados a los sabores cítricos, entre ellos el pescado o carne cruda. Durante el embarazo, los alimentos elaborados de esta manera se encuentran prohíbidos ya que pueden ser peligrosos, han existido casos en que se ha visto presente la Listeria, bacteria que puede producir abortos espontáneos, dando término con el embarazo.

 

Es por eso que las comidas como ceviche, sushi o crudo se encuentran vetados durante esta etapa. Algunos quesos crudos como el Brie, Azul, Camembert, entre otros, pueden contener la misma bacteria comentada anteriormente.

 

Otro riesgo es el consumo del huevo crudo, utilizado para la mayonesa casera, este pueden contener la salmonella, bacteria que causa problemas estómacales serios, poniendo en riesgo el embarazo.

 

Resultados de una alimentación sana

Una alimentación saludable es uno de los mejores regalos que una mamá le puede entregar a su futuro hijo. Ya que de esta manera recibirá desde antes de nacer de todos los nutrientes necesarios.

 

Mientras que para la embarazada, haberse cuidado durante este proceso, la ayudará a contar con las energías suficientes para el cuidado de su bebé y ser un pilar importante en su desarrollo y crecimiento.

 

Luego del parto vendrán las etapas de puerperio y lactancia, en donde el cuerpo de la mujer necesita muchos nutrientes y vitaminas, las que seguirán traspasando al bebé a través de la leche.

 

Éste proceso significa un gasto energético e hídrico tremendo para la mamá, quien debe seguir alimentándose de manera muy sana y aumentando su ingesta de agua.

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