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Maternidad

La tranquilidad de nacer en buenas manos

Cuidados del Recién Nacido

¡Felicitaciones mamá! Tu recién nacido ya está aquí y lo más probable es que sientes una mezcla entre emoción, felicidad pero también incertidumbre, dudas del estilo ¿Cómo amamantar? ¿Cómo y cuándo debo darle su primer baño? ¿Cómo se limpia el cordón umbilical? Y así, un sinfín de preguntas.

En primer lugar, es necesario tener en cuenta que cada situación es distinta, porque cada son un mundo. Por eso, los cuidados irán adaptándose a ustedes.

Si la tarea te parece un tanto difícil, primero, no te preocupes, ¡no estás sola! Por eso, aquí te dejamos varios consejos que nuestra pediatra de Clínica INDISA, Javiera Cáceres nos entregó para el cuidar de tu pequeño en sus primeras semanas de vida te sea más sencillo.

Bebé

Lactancia materna

Idealmente durante los primeros seis meses de vida se debe alimentar con leche materna exclusiva. Es importante, dentro de las posibilidades, se considere la lactancia a libre demanda y, es importante vaciar ambos pechos. Es normal que durante los primeros días no se produzca mucha leche. Después de 10 a 15 días, se debería incrementar la producción y la concentración de grasa.

Cordón umbilical

Debemos mantener el pañal por debajo del cordón, para que se seque más rápido. Después de los primeros siete días se irá soltando y saldrá un poco de sangre. Cuando se desprenda, la base seguirá húmeda con una secreción sanguinolenta. Es importante limpiar con alcohol en cada muda, porque se podría infectar. Cuando el ombligo esté cicatrizado se debe dejar de limpiar.

Peso y crecimiento

En los primeros días de vida, es normal que los bebes pierdan peso. Cuando la madre incrementa su producción de leche, lo recuperan. Entre los cuatro y cinco meses duplican el peso de su nacimiento.

Postura en la cuna

El bebé debe dormir sobre su espalda y con la cabecera inclinada en un ángulo de 30º grados, debe tener libertad para que pueda mover su cabeza hacia los lados. Es importante que los padres se preocupen de que la cabeza se apoye para ambos lados intercaladamente, para evitar la “plagiocefalia” o aplanamiento craneal. Se recomienda que no use almohadas ni peluches.

Baño

No es necesario que sea todos los días, con un baño completo dos o tres veces a la semana es más que suficiente.


Comienza higienizando las partes más limpias del cuerpo como, los ojos, y al último las que tienden a ensuciarse más rápido, como la cola y los genitales. Cabe recordar que cada vez que se cambia el pañal, es necesario limpiar muy bien la zona sucia.


Hay que evitar el uso excesivo de jabón, y se debe bañar y enjuagar al recién nacido con agua tibia entre los 36º C y 37º C con jabón hipoalergénico. Para limpiar su nariz y oídos, se deben utilizar objetos blandos; un trozo de tela húmeda sería ideal.

Sostener al recién nacido

La enfermera supervisora de sala cuna de Clínica INDISA, Carolina Cortés, señala que “hay que tratar de no tomar al bebé inmediatamente después de que haya sido alimentado, para así disminuir el riesgo de que devuelva la leche”.

 

Con dulzura y cariño debes levantarlo de la cuna, pasando una mano por debajo de su cabeza y nuca y la otra por debajo de su colita. Otra manera es acostado, sobre el antebrazo. Con una  mano sujeta su cola, mientras que la cara está apoyada sobre el interior del codo, mirando hacia afuera. Esta postura calma los cólicos, ya que el brazo hace un leve masaje en la tripa.  

 

Una posición que favorece el apego entre un recién nacido y sus progenitores es cuando es tomado verticalmente y apoyado sobre el pecho.

 

Para acostarlo en su cuna, debes sostenerlo muy cerca de tu pecho, inclinarte junto al bebé, con una mano en la colita y la otra sosteniéndole la espalda, cabeza y nuca hasta que quede sobre el colchón.