Primeros días de sala cuna: Evita la ansiedad por la separación de tu hijo con estos consejos

La expresión “Los niños crecen muy rápido”, tiene mucha razón, ya que los padres, en un abrir y cerrar de ojos se dan cuenta de que su recién nacido ya está en edad para ir a la sala cuna, el primer espacio de socialización donde descubrirán y desarrollarán las aptitudes esenciales para la vida. Sin embargo, también implica el primer desapego físico entre el hijo y sus padres.

Este es un hito importante para el desarrollo del niño y marca el inicio de una serie de eventos en su vida. Se enfrenta a una situación desconocida que puede causar mucho miedo. Es normal ver escenas de llanto desesperado en los niños y padres angustiados que no saben qué hacer ante esta situación, cuestionándose y haciéndose preguntas como: “¿Debería ir a buscarlo para que se quede tranquilo?”, “¿Qué pasa si no deja de llorar?”, “¿Debí haberlo acompañado un rato más?”, entre otras.

¿Cómo evitar esto? Según el psicólogo de Clínica INDISA, Cristián Canelo, “es importante generar un espacio transicional para evitar la angustia por separación. Se pueden implementar medidas como llevar al niño antes para conocer la sala cuna, explicarle con quién estará, conocer a las cuidadoras, entre otras cosas, para que el cambio en su vida no sea tan repentino y pueda manejarlo de la mejor manera”.

Consejos para que tu hijo o hija se adapte a la sala cuna

Es esencial entusiasmar a los niños sobre lo divertido que es ir a la sala de cuna, especialmente en los días previos a su primer día, para que lleguen con grandes expectativas y una mejor disposición. Esto puede hacer que la despedida sea más sencilla y natural para los pequeños.

La adaptación del niño generalmente dura una semana, pero es importante tener en cuenta que pueden haber recaídas y resistencia a ir a la sala cuna. Esto es normal, por lo que se deben seguir reforzando las medidas de adaptación e incluso incorporar nuevas.

Por esto, te dejamos algunas recomendaciones que te pueden servir para poner en práctica con tu hijo:

• Dale espacio para que exprese sus emociones, ya sea a través de una conversación, llanto o pataleta. Tu actitud debe ser de tranquilidad, comprensión y contención.

• Acompáñalo hasta su sala, juega un rato con él, interactúa con sus compañeros y conversa con sus profesoras para explicarle que ellas cuidarán de él.

• La adaptación debe ser paso a paso, respetando el tiempo de cada niño.

• Tómate tu tiempo al despedirte, pero no te demores demasiado. No le muestres tus propias dificultades para separarte de él.

• Si la adaptación está resultando muy difícil, puedes dejarlo por un par de horas e ir aumentando el tiempo de permanencia a medida que pasen los días.

La adaptación es una parte importante de nuestras vidas, y los niños deberán enfrentarse a nuevos lugares, personas y situaciones constantemente. A medida que lo hagan y lo logren, crecerán como personas.