Septiembre es un mes en el que la mayor parte de nuestra vida social tiene relación con la comida. Por eso es importante tener precaución en estas fechas para después no sufrir al momento de enfrentarnos al bikini.
Es casi imposible resistirse a las delicias que se nos presentan en fiestas patrias como empanadas, asados, choripanes, chicha y diferentes tipos de dulces. Pero existe la posibilidad de comer de todo sin subir de peso, sólo es necesario ser responsable y disciplinada para no subir los 3 kilos en promedio que engorda quien sucumbe ante la tentación de la comida en estas fiestas.
Lo ideal es comer un poco de todo e ir variando. “Por ejemplo, en el almuerzo hay que elegir entre empanada o choripan, nunca comer ambos juntos ya que si lo hiciéramos estaríamos consumiendo casi la totalidad de las calorías que una mujer necesita al día.
Para beber, la alternativa menos calórica es el espumante que aporta 65 Kcal/150cc. Por otra parte, el vino tinto que aporta 90 Kcal/150cc es la bebida alcohólica menos dañina debido a su efecto antioxidante. Lo importante es no caer en excesos”, explica la nutricionista de Clínica INDISA, Ximena Díaz.
También es necesario ser ordenada en los horarios de las comidas y evitar periodos de ayuno muy prolongados. Por ejemplo, si vas a tener un asado en el que vas a almorzar a las 5 de la tarde, preocúpate de tomar un buen desayuno, una comida liviana al mediodía, y evita comer alimentos altos en grasa por la noche.
Aquí la nutricionista de Clínica INDISA, Ximena Díaz, entrega algunos consejos para tener en cuenta y celebrar con moderación
• No te sientas culpable por romper tu dieta habitual
• Intenta respetar horarios, no pases más de 3 horas sin comer
• Selecciona la calidad de tus alimentos, por ejemplo, elige carnes con poca grasa, asiento o pollo ganso en vez de lomo vetado
• Come en forma responsable, evitando excesos tanto de comidas como de bebidas
• No pruebes todo lo que te pase por el frente
• Preocúpate de hacer actividades que te permitan aumentar el gasto de energía, para lograr un equilibrio entre lo que comes y lo que gastas. Por ejemplo, caminar después de comer es una buena estrategia para facilitar la digestión y gastar algo de las calorías consumidas.
Colaboración: Ximena Díaz, nutricionista de Clínica INDISA.