Traumatología de Hombro

Este tipo de lesiones son muy frecuentes, ya que son ocasionados por movimientos reiterados de los brazos por sobre la cabeza, sean deportivos o laborares y aumentan con la edad. Afectan al grupo de músculos y tendones que rodean la articulación del hombro y la cabeza del húmero.

Al ser una lesión que causa dolor, su tratamiento consiste en fisioterapia para fortalecer los músculos que rodean el hombro y mejorar la flexibilidad. Pero, cuando se trata de un accidente que genera un desgarre, se debe recurrir a una evaluación médica para considerar transferencia de tendones o cirugía.

Sucede por una inflamación en el tendón que une el músculo al hueso, causando molestia, sensibilidad y muchas veces dolor en la articulación, al moverlo o cargar peso y en otras ocasiones hasta hinchazón. Las condiciones más comunes del hombro pueden ser, hombro de nadador o de lanzador. Por lo general, la tendinitis se puede tratar con descanso, medicamentos para reducir el dolor, la inflamación y terapia física y, en los casos más serios, se podría recurrir a la cirugía.

La bursitis se trata de la inflamación de la bolsa (bursa) subcromial que se encuentra alojada debajo de omóplato del hombro, la cual amortigua la fricción entre el hueso, los tendones y los músculos de la zona. Sus causas pueden ser por ciertos deportes de contacto como el tenis, lanzamientos o por la repetición de algunos movimientos como pintar o alguno que requiera extender los brazos. Sus principales síntomas son el dolor, del hombro en general, al levantar el brazo o incluso cuando se está en reposo. Los tratamientos tendrán como objetivo manejar la inflamación y el dolor, los cuales pueden ser: reposo, medicación, esteroides, rehabilitación con kinesiólogos y en casos más extremos, la cirugía.

Las fracturas en los hombros suelen ser causadas tras un impacto fuerte en el brazo o zona superior del cuerpo, como una caída, accidente vehicular, golpe, practica deportiva, caída o impactos similares. Una fractura de hombro puede implicar a la clavícula, la escápula, el húmero proximal o todas. Al ser una lesión muy importante, es muy fácil de diagnosticar, ya que sus síntomas son dolor intenso, agudo, inflamación, inmovilidad, coloración morada o rojiza y/o un sonido particular de crujido.

La gravedad de una fractura de hombro implica un tratamiento largo y por lo general complejo, el cual puede ir desde cabestrillo para dejar la zona inmóvil por largo tiempo y apoyado por rehabilitación y fármacos, hasta la necesidad de una cirugía artroscópica o incluso prótesis. Por lo general, si se diagnostica a tiempo y si se aborda de forma correcta, el paciente debería alcanzar una recuperación completa.